POR ARLETIS ARANGO OÑA
Una entrevista para el Boletín de la Contraloría Provincial fue el detonante. En mi investigación sobre la empresa, alababan la figura de Manuel: un trabajador consagrado, amigo de sus amigos, por más de quince años figura como Secretario del Sindicato.
-Todo lo relacionado con la historia lo sabe, decían; la producción anual se lograba gracias a él, es muy exigente con su trabajo, el primero en llegar y el último en partir, es un hombre de carácter fuerte y sobre todo odia las falsedades.
No pude evitar mi interés, tenía que conocer a Manuel.
-Míralo allí, dando órdenes para que los cilindros nuevos tengan la calidad que necesitan. Vamos a saludarlo.
Un grito con su nombre lo hizo girar. Una señora delgada, con labios y cejas pintados, uñas perfectamente arregladas, pelo teñido, blusa y saya a juego me miró como si me conociera de toda la vida.
-Hola, yo soy Manuel…