POR GUILLERMO CARMONA RODRÍGUEZ
La phoebis avellaneda es una mariposa que habita en la región oriental de la Isla. En homenaje a la escritora Gertrudis Gómez de Avellaneda la nombró el cubano-alemán Juan Cristóbal Gundlach.
Dicen que se conocieron en una fiesta en el Palacio de los Capitanes Generales y el científico quedó encantado con las maneras de la artista de origen camagüeyano. Tal vez, él entendió que lo único más caprichoso y bello que el corazón de un poeta, resulta la naturaleza con sus diseños abstractos y su policromía.
Este lepidóptero se identifica por el color rojo tornasolado de sus alas como un rayo de sol que perdiera intensidad; además, es uno de los pocos de su tipo donde existe una marcada diferencia entre las hembras y los machos.
Gundlach y Tula, como apodaban a la Avellaneda, recuerdan a otra mariposa, la monarca, que anualmente emigra miles de kilómetro desde América Central hasta los Estados Unidos. Los dos viajaron uno hacia y el otro desde Cuba, pero siempre llevaron bien dentro el verde caimán.
El zoólogo, originario de Alemania, se interesó sobremanera por la fauna tropical. Hizo una pequeña estancia en Cuba de paso para Venezuela, pero la mayor de las Antillas lo “embrujó” y se quedó hasta su muerte. Constituye el primero en hacerle la taxidermia y nombrar al zunzuncito, que designa como Mellisuga helenae, este último en honor a Helena, la esposa de un amigo.
Gertrudis, por otra parte, nació en Puerto Príncipe, actual ciudad de Camagüey, y en su juventud parte hacia España. Ahí por la calidad de su obra, tanto poética como dramática, adquiere fama y se vuelve la mujer más importante de la península, después de la reina.
Los dos orbitaron alrededor de la Matanzas del siglo XIX. Tula vivió durante dos años en Cárdenas, donde participó en diferentes actividades culturales; por ejemplo, donó diferentes artículos a una rifa para financiar la construcción del Sauto y le compuso un hermoso romance a la Atenas de Cuba.
Juan Cristóbal se estableció, también, en la zona del litoral cardenense donde comenzó su colección de especímenes. Fue miembro del Liceo de Matanzas y de la Sociedad Económica Amigos del País.