Pedro Betancourt: Las heridas que el tiempo deja

POR BRENDA GONZÁLEZ BETANCOURT, ESTUDIANTE DE PERIODISMO (TV YUMURI)

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La Casa Verde del poblado de Pedro Betancourt ya no presenta ninguna utilidad, solo moho y plantas.

En la segunda edición de La Edad de Oro, José Martí escribió La historia del hombre contada por sus casas. Pedro Betancourt, municipio matancero declarado sede de las actividades por la jornada del 26 de julio por la ejemplaridad mantenida, es víctima del deterioro y el olvido de las más importantes construcciones que atesora el longevo poblado. La preocupación por esta situación yace en los habitantes del lugar, pues se pueden perder siglos de historia si no se recuperan esas ruinas.

La Casa bajo los pies

Con manifestaciones del eclecticismo y del estilo Art Nouveau se encontraba en la arteria principal de Pedro Betancourt, La Casa Verde. Esta tienda de ropas constituyó la mayor instalación de su tipo en la localidad durante la neocolonia.

En su planta baja estaban los espacios de venta, mientras que en la alta se encontraban dos viviendas, una de ellas perteneciente al dueño del inmueble comercial. Para los años noventa se convirtió en una plaza destinada a la venta de productos agropecuarios.

El transcurrir del tiempo ha maltratado a La Casa Verde. La edificación tuvo que ser tapiada por los peligros de derrumbe que la amenazan. Una reconstrucción sobre la base de aquel diseño constructivo es casi imposible debido a su deterioro avanzado. Si en un tiempo no es reparada puede que el pueblo la vea sucumbir.

Un símbolo convertido en ruinas

Elegido símbolo del municipio en el 2000 por un jurado presidido por Urbano Martínez Carmenate, el Hotel La Palma data de 1910. Estaba compuesto por habitaciones que iban enfocadas a un salón central, y fue centro de varias historias. El edificio tuvo que ser desalojado a finales de los 80 del pasado siglo.

Julián Rogelio Álvarez López, Mr. en Ciencias e historiador voluntario de Pedro Betancourt hace 25 años, expresa que se pensó en la idea de convertirlo en un hotel de tránsito, pero la llegada del Período Especial detuvo cualquier iniciativa de salvamento propuesta.

Siete años después de ser catalogado insignia del municipio sufriría un derrumbe que provocó daños colaterales. Desde entonces no hay más que deterioro y ruinas para el Hotel La Palma. Aunque Valia Molina Caballero, Presidenta de la Asamblea Municipal del territorio aclara que se han tomado alternativas para mejorar el financiamiento que ampara la restauración de locales como este, no hay nada concretado hasta hoy.

No solo las construcciones perecen

El Museo Municipal de esta región yumurina está dando señales de muerte. Quizás no sea por su vejez, puesto que se calcula que su construcción fue el 29 de junio de 1982, sino porque su estructura y construcción no son las mejores.

Los objetos del centro están descuidados. Julián Álvarez comenta que un álbum realizado en honor al centenario del natalicio del Apóstol por un grupo de niñas, así como la primera bandera izada al declararse el territorio libre de analfabetismo, desaparecieron por causas desconocidas.

El historiador llegó a ser director del museo. Indignado alegó: “El problema más grande es la falta del sentido de pertenencia. A este pueblo se la ha hecho muy mala propaganda. La mayoría de las personas niegan ser de aquí”.

Por otra parte, Arenaida Lefónst Saldiñas, trabajadora en animación cultural del sitio durante 16 años, aún después de jubilada siente la pena de los rumores que vaticinan la desaparición del único museo de Pedro Betancourt. “Sería una pena que, con la historia de este pueblo, las nuevas generaciones no tengan una referencia de ella”.

Entre ruinas, historias y esperanzas

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No fue suficiente convertir al Hotel La Palma en un símbolo para salvarlo.

No es Pedro Betancourt el único rincón de Matanzas que se pierde entre escombros. El destino de este municipio matancero es casi predecible. A pesar de haber sido sede de la celebración conmemorativa por el día de la rebeldía, no se destinó ningún presupuesto para restaurar todo lo que se está perdiendo.

Las esperanzas de ver renovadas las ruinas de tan importantes inmuebles parecen ser más grande que la destrucción, el deterioro y los comentarios de la pérdida de la historia.

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