POR REYNALDO GONZÁLEZ VILLALONGA
Si a usted, amigo lector, le preguntaran sobre el más completo segunda base de nuestras Series Nacionales de Béisbol, cuál sería su respuesta.
Recientemente en la prensa nacional se realizó una interesante comparación entre los jugadores más integrales de esa posición del béisbol aficionado. Como conclusión fueron nombrados entre los más sobresalientes al matancero Félix Isasi y al pinareño Alfonso Urquiola.
Alguien podría alegar que en ese dueto selecto no podía faltar otro estelar de esa difícil posición: Rey Vicente Anglada, quien junto con Urquiola comenzaron a jugar en la década de los 70, cuando primaba el bate de aluminio, mientras que Isasi, debutante en el tercer clásico cubano, solo vio el metálico implemento en los años finales de su carrera.
Al matancero se le reconoce sus diversas habilidades, como fildeador, certero tirador a las bases, veloz corredor y muy inteligente para robar bases, al punto que en su carrera lideró ese departamento en 1964, 1966 y 1967, para ocupar entre todos el onceno lugar.
Si Isasi brilló con luz propia en nuestros clásicos nacionales, igualmente lo fue en diversos eventos internacionales. A manera de ejemplo, durante la Serie Mundial de 1973, en Nicaragua, ocupó nada menos que el tercer turno al bate con el equipo Cuba, mientras Armando Capiró y Agustín Marquetti fueron cuarto y quinto, respectivamente. Ellos obtuvieron el lauro de integrar el selecto grupo Todos estrellas.
Su destreza ofensiva le permitió ocupar el cuarto lugar entre los bateadores de ese certamen, con promedio de 372, producto de 16 imparables en 42 veces al plato. Sin ser realmente un verdadero sluger, quedó líder entre los jonroneros, con tres vuelacercas, compartido con Evelio Hernández y Germán Águila.
“Recuerdo que de esos cuadrangulares, dos resultaron importantes frente a Venezuela. Uno para empatar y el otro para decidir”. Recuerdo que Pucha, la anciana madre de Félix, nos recibió emocionada aquella inolvidable tarde en la modesta vivienda de Espíritu Santo 15, en el barrio de Pueblo Nuevo, donde la familia y los vecinos celebraron por todo lo alto la brillante actuación.
En el citado evento Félix Isasi fue uno de los peloteros que más llamó la atención debido a sus engarces maravillosos y rapidez en soltar la pelota. Esto suscitó comentarios elogiosos de periodistas y buscadores de talentos de Grandes Ligas, por lo que quien más de uno trató de firmarlo como profesional con atractivas ofertas, rechazado por el insobornable atleta yumurino.
El periodista Edgard Tijerino, del diario nica La Prensa afirmó que: “Creo que si hay un pelotero en este campeonato a quien el diamante le quede muy chico es al formidable Félix Isasi”.
Añadió Tiberino que cuando Isasi se pone el uniforme, se calza los spikes y se ajusta el guante para ir a fildear, se transforma de pronto en un exquisito e inspirado poeta, capaz de realizar, con su inspiración atlética, las más vistosas atrapadas.
“El matancero tiene una rapidez mental nada común; posee un gran sentido tridimensional para robar bases, producir e improvisar en los momentos más complejos de un partido, con una soltura increíble. Él posee una eficacia rayana en lo artístico”.
En el torneo de la Amistad, celebrado en República Dominicana, el bigleager Víctor Pellot Power declaró: “En Grandes Ligas habrán 24 segundas bases iguales, pero nunca mejores que Félix Isasi”.
Félix, quien por su compostura y elegancia fue llamado el Caballero del béisbol, integró el equipo titular del orbe en el histórico juego de 1969, en República Dominicana, junto as otros dos grandes de Matanzas, Gaspar ‘El Curro’ Pérez y Rigoberto Rosique.