POR GUILLERMO CARMONA RODRÍGUEZ
Este lunes hubo un nombre que se escuchó bien alto, Fidel, y se multiplicó en decenas de voces, como si rebotara en las laderas del Valle del Yumurí y el eco se repitiera de macizo montañoso a macizo montañoso hasta llegar a la Sierra Maestra, pero siempre con la misma tonalidad, la misma fuerza; porque los matanceros no lloraron una muerte, sino celebraron una vida.
Este 25 de noviembre en las inmediaciones del Parque de La Libertad diferentes artistas yumurinos participaron en una cantata por el Comandante en Jefe al cumplirse los tres años de su muerte y recordaron que, aunque no se encuentre físicamente entre nosotros, continúa en espíritu y memoria.
La gala contó con la presencia de las principales figuras políticas y gubernamentales del territorio, encabezados por el primer secretario del Partido en la provincia, Liván Izquierdo Alonso; además de representantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y diferentes organizaciones de masas.
Asimismo, participaron estudiantes de los diferentes niveles de enseñanza que con el calidoscopio de sus uniformes – amarillos, azules, carmelitas, rojos – reafirmaron el carácter inclusivo y gratuito de uno de los mayores logros de la Revolución: la enseñanza.
Diferentes manifestaciones artísticas se sucedieron en el escenario montado en el céntrico Parque de La Libertad: repentistas, declamadores, cantantes, bailarines. Muchos de ellos niños que danzaron y recitaron y con la lucidez de su inocencia le otorgaron un aura de pureza a la actividad y ahuyentaron a la desmemoria.
Fidel siempre fue inspiración para los creadores cubanos desde poetas y compositores, porque su figura y su obra se prestan para la imaginación y la alabanza. Por ello se le debe recordar a través del homenaje justo y la continuación de su ejemplo. (Fotos: Ramón Pacheco Salazar)