POR GUILLERMO CARMONA RODRÍGUEZ
Este viernes 6 de diciembre en una gala efectuada en el Teatro Sauto se efectuó la entrega del Premio White 2019 en su vigésima edición. Este galardón, el más importante de su tipo, lo otorga la filial de música de la Uneac para reconocer la obra de los creadores del territorio y sus aportes a la cultura matancera y cubana.
Este año el ganador resultó Rubén Rodríguez Calvet, compositor y bajista de la agrupación cardenense Nuestra América, importante exponente de la Nueva Trova. En ocasiones pasadas otros premiados resultaron Celina González, Carmelo Marrero, Esteban Taylor.
Además, se agasajó a varios artistas con trayectorias destacadas: el guitarrista Idelfonso Acosta, Premio Nacional de Música 2019; el baterista Miguel Ángel Zulueta (Miguelón) en su cumpleaños 60; al cantante Alfonsito y a los 95 años de la agrupación La Lira Matancera.
Un momento muy especial de la noche constituyó el anuncio de la merecedora del premio especial La bella cubana, homónimo a la composición más famosa de José White, a la intérprete Ivette Cépeda quien con solo cuatro canciones conmocionó al público.
El guion de la gala dejó mucho que desear, con diálogos demasiados rimbombantes y falta de sincronización en el tránsito de un número a otro o en las imágenes que mostraba una pantalla en el escenario con lo que se hablaba; no obstante, el talento de los músicos invitados supo paliar estos inconvenientes.
El constante estímulo a nuestros artistas y el otorgamiento de espacios donde presentarse resulta una necesidad para animarlos a proseguir con su obra e, incluso, superarse a sí mismos, por ello es tan importante certámenes de esta naturaleza.