Alejandro Vega Baró: “Una obra sin público no puede existir”

POR BARBRA ELIZABETH SÁNCHEZ GODÍNEZ (TV YUMURI)

A pesar de su juventud, el joven artistas matancero Alejandro Baró, ya cuenta con una obra reconocida por críticos de Cuba y el extranjero. Con solo 22 años este joven estudiante del Instituto Superior de Arte recientemente participó en la Bienal de La Habana y en su subsede en la urbe yumurina. A él nos acercamos un tarde de junio, para conversar a orillas del San Juan, lugar del que despierta sus nostalgias desde que cursa estudios en el Instituto Superior de Arte.

-¿Desde cuándo descubriste que tenías vocación de artista?

-Sería algo complejo hablar de eso, porque todos los niños pintan, pero sin una conciencia artística. Picasso decía que todos los niños tenían una vocación artística y que un artista era un niño que había sobrevivido. Si puedo hablar de mi vocación artística sería desde mis comienzos en la escuela de Arte de Matanzas, cuando puedo afirmar que existe esa conciencia. Mi formación en la academia fue vital, porque en esa enseñanza se aprenden las herramientas, técnicas y se adquiere un bagaje cultural”.

-¿Cómo fue que te inclinaste por la fotografía?

-Mi interés por la fotografía comienza de forma natural porque tengo formación como pintor y un ojo pictórico. Ramón Pacheco Salazar, destacado fotógrafo de prensa, me habla del evento “Noviembre fotográfico” que se realizaría en la ciudad. Me presenté a este evento con una obra realizada en La Habana. A partir de ahí comienza mi historia en la fotografía artística”.

-¿Qué temáticas prefieres captar con tu lente?

-Mi trabajo se basa en un conjunto de exploraciones desde el punto de vista sociológico, donde establezco relaciones de la sociedad contemporánea con su pasado. Me interesa mucho el contexto cubano porque esta sociedad bebe directamente de su pasado y lo reincorpora en el contexto actual de una forma matizada y consciente. Esa especie de simbiosis o relación intergeneracional entre pasado, presente, un posible futuro es la que me interesa trabajar desde el punto de vista conceptual”.

-Desde que comenzaste tus estudios has tenido la oportunidad de presentar exposiciones, no solo en Matanzas, sino también en La Habana. Has sido participado en el Concurso Internacional de fotografía FotoFest. Coméntanos sobre estas experiencias.

-Los premios y exposiciones son de vital importancia porque son la manera que tienes de guiarte desde el punto de vista profesional y saber que tu trabajo va bien. Fui galardonado por la beca de la Fundación FotoFest y la de Sociedad y Cultura, de Houston y New York, respectivamente. Fue importante porque era el más joven de los seis premiados, escogidos entre los 100 presentados. Se revisaron los portafolios en La Habana, Matanzas, Santa Clara, Camagüey y Santiago de Cuba. A pesar de que no pude asistir por fenómenos ajenos a mi voluntad, fue una grata experiencia compartir con personalidades de la cultura.

-¿Qué sientes cuando ves a las personas admirando tu obra?

-La obra artística está hecha para que la admiren, la vean, se sientan identificados, porque una obra sin público no puede existir. Hoy se habla mucho del público que consume y a la vez dialoga.

-Ya te graduaste de la Escuela de Arte. Ahora estudias en el Instituto Superior de Arte. ¿Qué piensas de la carrera que estudias?

-Estoy estudiando en el ISA la carrera Conservación y restauración de patrimonio cultural. Había querido estudiar Artes visuales, pero no me aceptaron y me siento feliz de que así haya sido porque me ha obligado a superarme más y a tener una conciencia más crítica sobre mi trabajo y sobre el mundo del arte”.

-Con tan solo 22 años estás viviendo la experiencia de la XIII Bienal en la Habana aquí en Matanzas, tu ciudad natal. ¿Qué sientes al ser uno de los escogidos para participar en ese gran evento de las artes visuales en Cuba?

-Tengo dos exposiciones en la XIII Bienal de la Habana, una exposición colectiva, en la capital, ciudad sede de ese evento y que se encuentra en la Galería Wilfredo Lam, y en Matanzas otra personal titulada Ex-combros, que forma parte del proyecto curatorial Ríos Intermitentes de María Magdalena Campos Pons”.

-¿Qué aspiraciones tienes al terminar tus estudios?

-Mis aspiraciones son muchas al terminar mis estudios sobre todo de carácter profesional, seguir trabajando en mi obra para que se desarrolle. También quisiera trabajar en algunos aspectos desde el punto de vista patrimonial porque me interesa ayudar a que se salven cosas y a que la gente recuerde, porque en el mundo en que vivimos es muy importante recordar”.